No ha llovido en todo el año y se pone a llover ahora. En París nieve y lluvia y en Mérida casi tenemos que alquilar una góndola. Amanece nublado en Cáceres y mi parada de hoy es Mérida, el XXII “Festival Juvenil Europeo de Teatro Grecolatino (organizado por el IES Sanata Eulalia) nos espera. Iba con Sheila en el bus, todos hablamos un rato hasta llegar a nuestro destino. Al bajar del autobús, la lluvia leve dejó de ser tan leve y ráfagas de viento hacían volar los paraguas. Entramos primero en el Museo Romano; nos dividieron en dos grupos y pasamos por las distintas exposiciones del museo: Dioses, esculturas, arte, construcciones, monedas, alfarería, vida y muerte. Yo ya conocía Mérida porque fui de pequeña con mis padres, pero cada vez que vuelves a ver un museo aprendes algo nuevo. Ahora sé distinguir una lápida funeraria de otras piedras, ya que pone: “DMS”, en el teatro en vez de subirse el telón ¡se bajaba! y que el Anfiteatro se decoraba con pinturas para darle más ambiente de espectáculo. Luego vimos la Calzada y las Excavaciones. Al salir, nos juntamos de nuevo el grupo y nos dirijimos a ver la primera obra: MEDEA de Eurípides; interpretada por los actores del
Nuria, Sheila y yo decidimos ir al Mcdonalds, pero para nuestra suerte, estaba en obras. Corrimos al Carrefour de al lado, donde comimos en un sitio de comidas “caseras”, y antes de la una y media habíamos acabado de comer. Dimos vueltas por el Carrefour porque no podíamos salir de allí y, hasta las 3:45h teníamos mucho tiempo. Más tarde, Andrea y Salor (que comieron en el Burger) se nos unieron y nos fuimos todas juntas al punto de encuentro. Con el bus fuimos hasta el teatro. Por fin teníamos buena suerte. La obra de MOSTELLARIA de Plauto, hecha por el mismo grupo teatral, se pudo representar. Era una comedia, y tenía cosas adaptadas a nuestra época;
canciones con melodías de pelis muy conocidas, “guiños” a series y películas en los diálogos, música y coreografías modernas… Contaba la historia de un hijo que se gastaba el dinero de su padre en fiestas y en comprar la libertad de su esclava. Al volver su padre, para que este no se enterara, le hacen creer que la casa estaba encantada, y que su hijo se había gastado todo el dinero en una nueva casa, la de su vecino. Al final se descubre el engaño, y se monta una buena rifa. Hacía mucho tiempo que
no me reía tanto. Al final dentro de lo malo, hemos podido ver esa obra, y ha merecido la pena. No sé por qué tenemos este gafe. Alguien ha dicho (a modo de gracia) que puede que los dioses no quisieran por algún motivo que no viéramos la obra. Pero "pa" mi, los Dioses no quieren que salgamos e Cáceres, porque cada vez que salimos, se viene el gafe con nosotros.
El mejor blog��❤❤❤
ResponderEliminar😍😍😘😘
EliminarSi que eres un poco gafe o puedes ganarte un sobre sueldo como "rainmaker" porque allá donde vas llueve...
ResponderEliminarMi madre dice que llueve en las excursiones a las que me llevo los pantalones negros tendré que probar la teoría y si funciona hecho currículum para el verano
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